Últimamente
Lo sé y tienes razón, últimamente escribo poco. Se me han secado las ideas, quizás. Como las plantas que constantemente recuerdo que he de regar sin llegar a pasar del pensamiento al hecho. Te pido disculpas, de verdad, por esta huelga de metáforas, esta sustitución de epítetos por otras obviedades menos hermosas. Cada poco abro la libreta y pienso escribir algo excepcional. Ni te imaginas la cantidad de listas de cosas inútiles que he hecho en su lugar. Te vas a reír, pero había escrito sublime donde he decidido poner excepcional, me ha parecido demasiado épico a la par que decepcionantemente utópico y he preferido corregirme. Como tantas otras veces. No es victimismo, sabes bien que soy más duda que queja. Escribo, imagino poco. Sigo viendo fotografías en mi cabeza, ya sabes, creo que te lo he explicado alguna vez. A veces camino y veo algo que me narra cosas, se para el mundo en un frame y me gustaría tanto, tanto, poder abrir y cerrar los ojos fuerte y que quedase grabado. Para luego contarlo. Para poder pintarle palabras a esa belleza tan a la vista que solo he visto yo. Pero ahora, últimamente, se me aturden las letras y se mezclan como no debieran. Están insoportables, te lo prometo, formando diptongos estúpidos que no vienen a cuento. Me agotan sus ganas de ser nada.
Me extraña que a estas alturas no estés ya deseando destacar que empecé esta carta dándote la razón. Absolutamente inmerecida tengo esa fama de no darla nunca. Nada puedo dar que no tenga. En fin, entiende esta frase como un suspiro triste y aburrido que reclama un poquito de inspiración. Por ser ya tarde y tener la noche dentro te confieso que creo que escribo poco porque tengo el corazón confinado. Ha descubierto que vive más seguro ajeno a la realidad y no hay forma que se digne a desescalar. El otro día, tuve unas palabras serías con él y le afee su conducta. Jamás -le dije como te lo estoy diciendo a ti. -jamás con todo lo que has acumulado habías hecho esto. Y me dijo: me nievo por dentro, y yo con este frío no quiero salir.
Nada puede objetarle, sabes bien que hay poco calor por ahí últimamente. Últimamente, que escribo poco.