Artículo publicado en Coachability Foundation y El Far Informatiu
Salgamos el 8M, llenemos las calles, los periódicos, las cuentas de Instagram y seamos TT en twiter, con unos actos concretos y revindicativos. Porque tenemos razón, porque estamos hablando de justicia. La brecha salarial no es justicia, la desigualdad laboral no es justicia, la desigualdad en las tareas de cuidado en lo privado, no es justicia. La violencia machista… que nos maten por ser mujeres, no, desde luego no es justicia, es una aberración fruto de un sistema patriarcal. Y no podemos consentirlo.
Saldremos el 8M y pediremos igualdad, educación para que las generaciones futuras estén cada vez más lejos de la desigualdad, pediremos un feminismo transversal que enseñe a los más pequeños pero que haga formación a los mayores que ostentan puestos de trabajo o cargos que inciden en modificar esta sociedad (jueces, profesores, abogados…) y que no pueden estar ajenos a esa mirada violeta.
Y todo esto, teniendo en cuenta una visión del mundo occidental en el que nuestros avances son considerables. Pero nosotras, cuando luchamos por nuestros derechos lo hacemos por los de todas. Desde Noruega hasta Ciudad De Cabo. Porque todas somos una.
El 8M saldremos y prestaremos nuestras gafas violetas por un día al resto del mundo. Y nos acompañarán (bueno, algunos ni con éstas…) pero la mayoría sí, porque está de moda, porque es un día señalado. Porque es 8 de marzo y vamos a salir en la foto. Dejémosles que usen nuestras gafas lilas.
El 9M, el 10, 11 y 12, etc… nuestro objetivo ha de ser procurar que las sigan llevando puestas, incorporadas a su día a día, como el que pone un filtro en Instagram, poned el violeta, en los detalles más nimios, en las decisiones, en cómo tratáis a las mujeres de vuestro alrededor y en cómo las tratan a vuestro alrededor.
Decía Rosa de Luxemburgo que “quienes no se mueven no notan sus cadenas”. Probadlo, recolorear un poco el mundo, vuestro mundo, pintándolo de color violeta y comprobaréis que el 8M nos lo ponen muy fácil pero el 9, el 10, el 11, el 12… todos esos días volvemos a la lucha. Y hay tanto por hacer, ¡notemos las cadenas y rompámoslas!
* Artículo en colaboración con la fundación para programas de voluntariado para empoderar mujeres en África Coachability Foundation.